Jerusalén y la Nueva Jerusalén: ¿Dónde está la verdadera Tierra Santa de los cristianos?
Geografía de Jerusalén e información de la ciudad
Jerusalén se encuentra en una meseta alta, a unos 55 km al este del mar Mediterráneo y a 25 km al oeste del Mar Muerto. Israel ha ocupado Jerusalén desde la guerra de los Seis Días de 1967. Sin embargo, Jerusalén no es propiedad de ningún país según el derecho internacional. La capital administrativa de Israel es Tel Aviv.
En la actualidad, la Jerusalén urbanizada se ha expandido mucho en comparación con la Jerusalén de la Biblia. La zona nordeste es donde se estableció la ciudad vieja, el trasfondo de la Biblia. En ese tiempo, el valle de Cedrón al este y el valle de Hinom al sur rodeaban la ciudad.
En la ciudad vieja, hay un lugar donde se concentran el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, considerados lugares sagrados. El área de la ciudad es de solo 1 km2 pero se divide en cuatro secciones: judía, cristiana, musulmana y armenia. Según el Anuario Estadístico de Jerusalén 2000, hay 1204 sinagogas, 158 iglesias y 73 mezquitas en Jerusalén. (https://en.wikipedia.org/wiki/Jerusalem).
En el lado este de la ciudad vieja está el monte de los Olivos donde Jesús ascendió. Al pie del monte de los Olivos se encuentra el huerto de Getsemaní, donde comenzó la pasión de Jesús, y el monte del Templo, donde Salomón construyó el templo [Salomón, rey que dirigió los años dorados de Israel] El monte Moriah es el lugar donde Abraham iba a sacrificar a Isaac. El Muro de los Lamentos, una parte de los restos antiguos de la pared del monte del Templo, se considera el lugar de oración más sagrado del judaísmo. Según la leyenda, la mezquita Al-Aqsa fue construida sobre una roca, de donde ascendió Mahoma, el fundador del islamismo. Es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes, después de La Meca y Medina.
En el noroeste de la ciudad vieja, está la colina del Gólgota (Calvario) donde Jesús llevó la cruz. Aquí se establece la iglesia del Santo Sepulcro. La iglesia del Santo Sepulcro está dividida en diferentes secciones, y muchas denominaciones —entre ellas la católica, ortodoxa griega, copta, siria ortodoxa y armenia ortodoxa— comparten la iglesia. Los musulmanes tienen las llaves de la iglesia. Cerca del monte de Sion en el sur de la ciudad vieja, se encuentra la tumba del rey David, asimismo el aposento alto de Marcos, donde Jesús realizó la última cena [La Pascua y la última cena] y el estanque de Siloé.
Historia de Jerusalén
Antigua Jerusalén
En las cartas de Amarna del siglo XIV a. C. hay un registro donde Jerusalén es llamada Urusalim. Según la Biblia, “Jebús” es otro nombre de Jerusalén (Josué 15:8, Jueces 19:10).
La primera mención de Jerusalén está en Josué 10:1. Fue cuando Israel conquistó Canaán bajo el mando de Josué. En ese momento, Adonisedec era rey de Jerusalén. Los historiadores suponen que Salem en Génesis 14 es Jerusalén. Si fuera cierto, entonces Melquisedec también fue rey de Jerusalén.
La relación entre Israel y Jerusalén se remonta a la época de Abraham. Abraham, que vivía con su padre Taré, dejó su ciudad natal (Ur), se instaló en Harán, y ante las instrucciones de Dios se trasladó a Canaán. En la actualidad, es la región de Israel. Además, Abraham recibió la prueba más grande de su vida en el monte Moriah.
Más tarde, Jacob, que era descendiente de Abraham, y su familia se trasladaron a Egipto, vivieron allí según la profecía de Dios y se convirtieron en huéspedes de los gentiles durante 430 años. Los israelitas salieron de Egipto alrededor de 1498 a. C. justo después de celebrar la Pascua [La Pascua y el Éxodo]. Israel experimentó una vida en el desierto de cuarenta años bajo el liderazgo de Moisés, y entró en Canaán, la tierra prometida.
Dios distribuyó Canaán a las doce tribus de Israel. Israel atravesó la época de los jueces y llegó a la época del reino unificado de Israel. David, el segundo rey de Israel, trasladó el arca del pacto a Jerusalén y la convirtió en la capital del reino. Después de que Salomón completara el templo de Dios, lo estableció firmemente como el centro de la fe.
Jerusalén se convirtió en una área sagrada e inviolable, pero también se repite una historia de disputas entre el país y la religión. El novelista y crítico británico Aldous Huxley, llamó sarcásticamente a Jerusalén “el matadero de las religiones”.
((Jerusalem: The Biography (Jerusalén: la biografía), Simon Sebag Montefiore, Knopf Doubleday Publishing Group, p. 23, ISBN 9780307266514))
Alrededor de 587 a. C., Nabucodonosor II de Nueva Babilonia capturó Jerusalén. En ese momento, los babilonios destruyeron por completo el Templo de Jerusalén que había construido Salomón, y tomaron cautivos a muchos judíos. Después, Ciro el Grande, rey de Persia, conquistó el Imperio Neobabilónico y liberó a los judíos.
Los judíos que regresaron a su tierra natal, reconstruyeron el templo; sin embargo, después del reinado de Grecia, en el dominio de Roma, los romanos persiguieron a Israel. Los judíos desafiaron a Roma y entraron en guerra contra ella. En el año 70 d. C., el ejército romano liderado por Tito capturó la ciudad. Las llamas rodearon la capital de Judá y, junto con las muchas personas asesinadas, se convirtió en un montón de cenizas.
Jerusalén en la Edad Media – Las Cruzadas
En el año 637 d. C., Jerusalén cayó en manos del islamismo. En consecuencia, siguieron los pasos de los peregrinos a la ciudad santa para el arrepentimiento y la peregrinación (viaje a la tierra santa). Los sarracenos (musulmanes árabes) dieron la bienvenida a los peregrinos con fines comerciales. Después de que los sarracenos turcos selyúcidas capturaran la capital de Israel en 1076, comenzaron a interrumpir las peregrinaciones. Esto dio motivo a las Cruzadas.
Cuando se puso en peligro a los peregrinos y se amenazó la capital del Imperio Romano de Oriente, Constantinopla (Estambul), el emperador del Imperio Romano de Oriente pidió refuerzos al papa. El papa Urbano II convocó a una conferencia religiosa en Clermont, Francia, en noviembre de 1095 y solicitó la recuperación de la Tierra Santa.
Los católicos usaron incentivos para reclutar las fuerzas de las Cruzadas bajo el liderazgo del papa. A continuación, un breve resumen de la guía de reclutamiento.
El papa protegerá a la familia y la propiedad del soldado (cruzado).
Todos los pecados de un soldado (cruzado) pueden ser perdonados.
Si un delincuente que cumple condena en prisión se convierte en soldado (cruzado), todos sus pecados mundanos y religiosos serán perdonados.
La deuda del soldado será condonada y si muere en batalla, irá al cielo.
Asia tiene restos óseos de muchos santos, tesoros y hermosas muchachas que los soldados podían tomar como botín de guerra.
Muchas personas, como pobres y agricultores, se inscribían debido a estas excepcionales condiciones. Los soldados creían que si barrían a los paganos y morían en Jerusalén, Dios los salvaría. Entre los soldados había jóvenes inocentes, estafadores, matones y gamberros, así como prisioneros. Comenzando con la primera cruzada en el otoño de 1096, tuvieron lugar 9 grandes batallas. Los soldados, en su mayoría delincuentes, de repente se convirtieron en una banda de ladrones en busca de tesoros de oro y plata y de mujeres hermosas que el papa había prometido.
Las cruzadas entre católicos y sarracenos durante casi 200 años terminaron con la victoria de estos últimos. Esta es la razón de llamar a las Cruzadas, la “fallida Guerra Santa del papa”. La palabra “cruzada” surgió porque los soldados tenían una insignia de la cruz roja en el brazo y el hombro derechos.
Jerusalén actual y moderna
El sionismo tuvo lugar a fines del siglo XIX, comenzando con judíos europeos y poderosos. Este resultado llegó después del final de la Segunda Guerra Mundial. En 1948, Israel declaró su independencia. Desde entonces, Israel triunfó en las cuatro guerras del Medio Oriente y restauró Jerusalén. Han pasado solo 1900 años desde que el ejército romano destruyó Jerusalén.
Jerusalén significa “ciudad de paz”. Sin embargo, contrariamente al nombre de Jerusalén, se le llama el “barril de pólvora de Oriente Medio”. La razón son las sangrientas batallas interminables entre tres religiones (judaísmo, cristianismo e islamismo) y dos pueblos (Israel y Palestina). En el siglo XXI, Israel ocupa Jerusalén. Pero es difícil encontrar la atmósfera de la columna vertebral de la fe que persiguió David. El punto interesante es que, a pesar de todo eso, la imagen divina de Jerusalén es tan sagrada como siempre y no se desvanece.
Profecía sobre la Nueva Jerusalén
Desde que David convirtió a Jerusalén en la capital del reino, cada vez que llegaba el tiempo de las fiestas de Dios, como la Pascua [[Fecha de la Pascua]], etc., el pueblo de Israel se reunía en Jerusalén. Así, los israelitas transmitieron esta tradición religiosa hasta los tiempos del Nuevo Testamento. Los periodistas del evangelio escribieron que Jesús subía a Jerusalén cuando llegaba el tiempo de las fiestas.1 En particular, Jesús permaneció allí toda la última semana de su vida pública.
Aunque la historia de la guerra supera el reinado de la paz, independientemente de todas las edades y países y de todos los tiempos y lugares, los que buscan la salvación de Dios prestan atención a Jerusalén. En realidad, la Biblia profetiza que los habitantes de Jerusalén recibirán las bendiciones de Dios.2
“Jerusalén” o el “templo de Jerusalén” mencionado en la Biblia, a menudo llama la atención del lector. El apóstol Juan describe en detalle la ciudad de Jerusalén celestial que el ángel le mostró. Cuando miramos la palabra Jerusalén celestial junto con la frase “Ciudad Santa”, tienen algunos puntos en común con el templo que construyó Salomón. Los puntos en común son la estructura, la forma cuadrada y que la longitud, la anchura y la altura3 todas son igual medida. En particular, el tamaño del santuario interior donde se guarda el arca del pacto, que es el Lugar Santísimo [[El Lugar Santísimo, el secreto oculto en el Lugar Santo]], es el mismo.
La Ciudad celestial se construyó con jaspe, las piedras de los cimientos consistían en doce tipos de joyas, las doce puertas estaban hechas de perlas y las calles de la ciudad eran de oro puro, diáfano como el cristal. El tamaño también es formidable. La longitud, la anchura y la altura de la ciudad que Juan vio en Apocalipsis, eran todas de la misma medida: doce mil estadios. El estadio es una unidad de medida griega, y 1 estadio equivale a 185 m. Además, si realiza la conversión de medición, la ciudad que desciende del cielo es una estructura cúbica de 2200 km.
La Ciudad de la Nueva Jerusalén, descrita en Apocalipsis 21, es un edificio imposible de construir con manos humanas. Hay una pista al comienzo del capítulo 21: “Vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo… dispuesta como una esposa ataviada para su marido”. “Te mostraré la desposada, la esposa del Cordero… y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios…”4
El Antiguo Testamento expresa a Jerusalén como: “Levántate y siéntate, Jerusalén”, “Ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra”, “Todos los que la aman [a Jerusalén]… Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo”. Jerusalén está asociada con una persona, específicamente una mujer o una madre, y no es solo el nombre de un lugar o edificio.5
El apóstol Pablo, el escritor de Gálatas [[El secreto en Gálatas]], da una respuesta clara en una palabra acerca de la existencia de la Nueva Jerusalén, que es como un misterio. La Jerusalén celestial es “Madre” de todos nosotros.6 Según el testimonio de Pablo, Jerusalén en Arabia ya había perdido la autoridad como lugar sagrado hace dos mil años. Pablo alentó a los cristianos a volver la vista hacia la Madre, que es la “Jerusalén de arriba” (del cielo). Y eso muestra que la Tierra Santa que los cristianos deben buscar es la “Jerusalén celestial”, en otras palabras, Dios Madre.